Personalizar un producto es una tendencia en crecimiento que permite a los consumidores adaptar artículos a sus gustos y necesidades específicos. Esta práctica no solo añade un toque único y personal a los productos, sino que también fortalece la conexión emocional entre el cliente y la marca. Desde zapatillas con diseños exclusivos hasta coches con características a medida, la personalización abarca una amplia gama de opciones. Las empresas utilizan tecnologías avanzadas como la impresión 3D y plataformas en línea interactivas para ofrecer a los usuarios la posibilidad de crear algo verdaderamente suyo. Al permitir que los clientes participen en el proceso de diseño, se incrementa la satisfacción y la lealtad, convirtiendo productos ordinarios en experiencias extraordinarias.